¿Cómo saber si un sitio web es realmente seguro?

Es posible que te consideres un erudito en materia de Internet debido al hecho de que pasas horas frente a tu ordenador jugando, chateando. escribiendo en tu blog o visitando cuanta página web encuentras. Pues bien, te tenemos malas noticias. Tanto tiempo invertido allí no es suficiente para evitar que alguna vez puedas llegar a caer víctima de una estafa cibernética. ¿De qué hablamos? Existen muchos sitios en Internet que se presentan como sólidos y confiables, cuando en realidad esconden un interés concreto: robar tus datos personales o financieros. A veces las acciones más simples en la web, aquellas que realizamos habitualmente, esconden riesgos que ni imaginamos. Continúa leyendo para comprender mejor de qué estamos hablando.

El peligro en la web puede acecharnos en cualquier momento detrás de las acciones cotidianas. Por ejemplo, podemos infectar nuestro dispositivo con un malware o un virus al intentar descargar un video, o al realizar una compra online confiar nuestros datos más sensibles a quienes solo buscan robarlos para estafarnos. Lo cierto es que estas cosas, entre otras, las realizamos habitualmente sin detenernos a preguntarnos si nos estamos poniendo en peligro. Pero tranquilo, tampoco perseguimos aquí el interés de que abandones para siempre la red y retomes la vieja máquina de escribir. Con unos simples consejos podrás tomar los recaudos suficientes para continuar navegando seguro, libre como un pájaro (o, tal vez mejor, como un pez).

Consejos para evitar caer en la trampa

Vamos a comenzar por lo más sencillo y evidente. Hay sitios que, de buenas a primeras, ya muestran varios indicios de no ser para nada fiables. Huye de ellos. ¿Cuáles son esos indicios que nos alertan y a los que debemos prestar atención? Cuando un sitio contiene spam en demasía, debes abrir grandes los ojos. Si al entrar te encuentras con numerosas alertas intermitentes, letras en rojo y signos de exclamación, nada bueno puedes esperar allí. Lo mismo ocurre en el caso de que se te abran innumerables ventanas emergentes. Ciérralas dando un portazo y sal corriendo. Por último, te servirá de alarma ver que el sitio te redirecciona a otro que desconoces y que parece sospechoso. Algo anda mal allí, mejor huir a tiempo.

Todas las cosas que mencionamos anteriormente, seguramente las conoces bien y ya las habrás experimentado en tus numerosas horas de exploración cibernauta. Son fáciles de identificar, pero aun así muchas veces no las tomamos en serio y cometemos el error de persistir en el sitio, con el consabido riesgo que eso entraña. Pero existen páginas web que disimulan mucho mejor sus intenciones maliciosas y, por lo tanto, no son tan fáciles de identificar a simple vista. Para ello, a continuación te proponemos algunas acciones que puedes implementar o temas a los que debes prestar atención antes de confiarte de pleno a un sitio que no sea de tu entera confianza. Considéralos muy bien antes de compartir tu información importante.

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Tácticas de defensa personal contra sitios maliciosos

Hay varias herramientas a las que puedes apelar para corroborar si un sitio web es seguro. A continuación, mencionaremos las que consideramos más importantes y que pueden serte útiles. 1- Comprueba si el sitio utiliza HTTPS. que es el protocolo básico para la transmisión de datos. Hazlo fijándote si aparece un candado junto a la dirección en la barra del navegador. 2- Investiga la política de seguridad: si el sitio es confiable, debería serte sencillo encontrar una sección donde se detalle su política de privacidad. 3- Saca provecho de las herramientas de seguridad de los navegadores. Actualmente la mayoría de ellos las provee y son esenciales para recibir alertas ante posibles amenazas. Investiga un poco e impleméntalas.

Si necesitas ir más en profundidad en tu análisis del sitio web porque definitivamente encuentras en él algo sospechoso, puedes investigar a quién corresponde el dominio. Puedes hacerlo fácilmente a través de la página WHOIS, la que te permitirá acceder a los datos del propietario y su información de contacto. Como dijimos, más allá de la vasta experiencia que puedas tener navegando y surfeando olas en la web, no debes descuidar algunas señales que te alertan sobre la seguridad de los sitios a los que ingresas. Tenlas muy presentes al momento de compartir información importante como dirección y teléfono, o datos de tarjetas de crédito y cuentas bancarias. Solo así podrás mantenerte al margen de los muchos delitos cibernéticos que ocurren en la actualidad.